15/12/11

....* ☆. Cuento.....

Ainssss  las fiestas….La Navidad es una época del año muy especial. Para los niños son días mágicos y para los adultos son momentos de recuerdo y de recuperar ese espíritu infantil que está escondido el resto del año.
A la mayoría nos gusta los cuentos navideños hay mil y una historias y leyendas al respecto y los hay para todos los gustos y colores por ejemplo este…….


EL ANGEL DEL CLAUSTRO

El frío se calaba hasta los huesos. La nieve cubría, como una alfombra blanca, el suelo, de manera que los pies se hundían y el borde de su vieja capa castellana se arrastraba sobre el gran velo blanco. Él llamaba puerta por puerta a todas las que a su paso dejaba atrás, y lo mismo que se habrían se cerraban de nuevo. Seguía caminando sin esperanza, esperando morir de hambre o de frío en cualquier momento, cuando divisó una puerta abierta. Se acercó buscando el calor de un hogar y un bocado que calmara su hambre, pero se desengañó al entrar y ver que solo se trataba de un claustro. De un frío, triste y viejo claustro. De caminar sobre la nieve no sentía ya los pies, así que nada perdería acurrucándose en un rincón, calentándose las manos con su propio aliento, esperando que la muerte viniese a por él. Cerró los ojos,  y por un momento se encontró envuelto en el recuerdo de una tosca, fea, pero acogedora habitación, rodeado por sus padres y hermanos compartiendo una barra de turrón y un pequeño pollo. Estos recuerdos de su niñez le hicieron llorar, las lágrimas se congelaban al resbalar por sus mejillas. Abrió los ojos y vio que en el claustro había alguien más. Oía pisadas sobre la nieve. Se levantó y se dirigió al lugar del que provenían las pisadas. Era una niña, una niña muy pequeña, con las mejillas coloradas por el frío. Se acercó a ella.

            -Niña ¿tienes frío?

            -Sí.

El pobre se quitó su capa y arropó con ella a la niña. La niña sonrió y el pobre se sintió feliz.

            -Señor ¿Quién eres?

            -Nadie.

            -¿Nadie?

            -Nadie. Niña ¿tienes hambre?

            -Si.

 El pobre metió las manos en un viejo zurrón y sacó un trozo de pan, muy pequeño, era su alimento para toda la semana. Se lo dio a la niña. Ésta lo cogió:

            -Toma, señor, come un poco, tú también tienes hambre.

            -No.

Al pobre el estómago le rugía, el cuerpo le pedía a gritos una manta o algo con que calentarse y su corazón le decía:”salva a esta niña”

           -Niña ¿tienes sueño?
           -Si.

 El pobre la cogió en brazos y se acurrucó con ella en el frío suelo del claustro, donde al poco rato ambos dormían. De pronto todos los capiteles del claustro brillaron mucho y un ángel de nieve se acercó al pobre y se lo llevó. El pobre se sintió rodeado por los amorosos brazos de su madre, que hacía tiempo le esperaba en el cielo.

 Por la mañana, los encargados de limpiar el claustro les vieron; el pobre y la niña abrazados, acurrucados. La niña se despertó. El pobre no.

7 comentarios:

  1. Hermoso ha lucido Tu Faro como siempre; pero hoy con destellos de luz y de ternura con tu amoroso cuento.
    ¡Gracias por tu ternura!.
    Un beso

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  2. Precioso cuento patty eres genial.
    Gracias por pasar por el blog de lucia.
    Muchos besos y buen finde.

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  3. Que cuento tan hermoso! Triste final, pero con moraleja.


    Merry Kisimusi!

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  4. Gracias André por tu comentario eres un sol muá ^.^

    Mi querida amiguita Sidrina no me des las gracias corazón sabes que lo hago con el mayor de los gustos besosssssssssss ^.^

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  5. Asi es Marilyn es muy lindo este cuento a mi me gustó mucho....besitos ^.^

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  6. obrigado patty
    TU SERAS MUI BEM VINDA AO MEU BLOG
    GRACIAS POR VISITAR-ME

    BJSSSSSSSSSS

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  7. Estos cuentos son lindos pero siempre me sacan lagrimitass buahhh!

    Muy lindo Patty, gracias por compartir mi niña!

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Agradezco de todo corazón tu visita y sobre todo tus comentarios, besos :*