3/6/15

Un tema en el cual me reflejo...

Cuando estaba viendo las fotos en mi teléfono, accidentalmente la vi. Era una foto en la que estaba yo, tirada sobre la arena de la playa, totalmente agotada, con las piernas y los brazos extendidos, mirando aparte.

Al principio me quedé muy sorprendida. ¿Quién se atrevió hacer esta foto tan horrible? Dentro de mí con cada segundo crecía más y más una aversión hacia mí misma, yo estaba a punto de romper en lágrimas. Pero justo en ese momento, cuando ya iba a borrar la foto, al cuarto entró mi hijo. «Tal vez puedes decirme, de donde salió esta foto?» — le pregunté mostrando la imagen. Su primera reacción fue una gran sonrisa de oreja a oreja. «Mamá, te tomé esta foto cuando estábamos en el lago. Simplemente no me pude resistir».

«¡Pero tu tienes que pedir permiso antes de coger mi teléfono y tomar fotos de mí!» — le dije, exasperada. «Sí, tienes razón, mamá, pero ¡mira lo bien que te ves allí. En serio!». Una vez más, miré la imagen y traté de ver lo que me estaba tratando de explicar mi hijo. Luego se acercó mi hija y, por encima de mi hombro, miró la foto. «Mamá, esta imagen se puede imprimir en una postal», — dijo, sonriendo sinceramente. «¡Eres muy hermosa! ¡Me gusta esta foto!»

Respiré profundamente. De hecho, era justo lo que necesitaba oír. Siempre me fijo solo en mis defectos. Pero, de pronto, comencé a ver todo con otros ojos:

Todavía veo a mis voluminosas caderas. Pero también veo a una mujer que se recostó cansada después de un paseo con sus hijos.

Veo mis manos regordetas. Pero también veo las manos de una madre que cargaba a sus hijos en brazos, para que sus pies no se dañaran con las piedras o se quemaran en la arena caliente.

Veo a una mujer completa, que se puso un leotardo negro bien encubridor, para ocultar los desperfectos de su cuerpo. Pero también veo una madre feliz que adora inmensamente a sus hijos.

Desde que tengo uso de razón, estoy luchando contra la gordura, como muchas mujeres. Y, al parecer, voy a seguir con esta lucha. Sé que nunca seré delgada ni pareceré una modelo. Durante los últimos 10 años, constantemente me estoy pesando. Sin embargo, yo no permito que el exceso de peso sea un impedimento para mi vida: sigo usando camisetas, vestidos de playa y trajes de baño.


¿Tal vez sea porque me estoy haciendo mayor y más sensata? ¿O será porque ahora tengo cosas más importantes de que preocuparme, que por la impresión que los demás se lleven de mi? ¿O porque mis hijos me miran con esos ojos llenos de adoración? Una cosa está clara: dejé de odiar mi cuerpo. Por supuesto, voy a seguir trabajando con él, haré más ejercicios y comeré bien para estar sana. Pero ahora, en este instante, quiero amarme a mí misma y a mi cuerpo tal como es. Deseo poder verme a mí misma de igual manera que me ven mis hijos.

Admirable verdad? (debo pensar mucho en esto) 

gracias@quepasada.cc 

12 comentarios:

  1. Todo empieza en uno mismo. A ní me me ha pasado... Verme en fotos en las que no me gusta cómo he salido... La última en el álbum de boda de una amiga... Pero en el fondo... La vida no es un pose... Es eso... Una sucesión de instantaneas en las que no podemos perdernos en los detalles nimios sino en atrapar la esencia real.... Porque quizá no recordemos un nombre, un día, un momento, pero siempre recordaremos cómo nos sentimos en él... Las sensaciones noa acompañan, son las capitanas de nuestra travesía


    Un abraz✴

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si Athenea hay mucha verdad en lo que dices, sobre topdo en solo rescatar la esencia de nosotros mismos, pero hay que ver como es la vanidad eh???? ufffff...... sin embargo este tema siempre me deja pensando.
      Besitos preciosa y gracias por tu comentario :*

      Eliminar
  2. Eres hermosa por lo que eres y también por lo que muestras, y tus hijos lo saben muy bien.

    un abrazo enorme

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bonheur que gusto volver a leerte después de tanto tiempo, besos y mil gracias por tu visita :*

      Eliminar
  3. Yo te veo como tus hijos, bella, y con un gran corazón. Por lo que te ruego encarecidamente que sigas así.
    Un fuerte abrazo.

    ResponderEliminar
  4. Hola Patty,yo al igual que tú no soy delgada ni lo pretendo,será porque veo la vida de esa forma en la que la ven tus hijos y sabes que??que ellos están en lo cierto porque ellos te ven tal cual eres y los únicos kilos que ven en ti son esos que tú derramaste sobre ellos llenos de Amor y protección.

    muchos besos!!

    ResponderEliminar
  5. Querida Patty, me gusta la foto (la impresión que da es que estabas muy relajada) pero lus reflexiones al respecto de tu cuerpo me encantan.
    Me parece buena idea aceptarse,y al mismo tiempo, intentar que la grasa no nos devore por razones que todos conocemos.
    Es bonito no enojarnos con nosotras mismas porque nos abandonamos y no nos cuidamos.
    Lo que yo hago desde que mi cuerpo es más y más maduro es caminar.
    Un enorme abrazo preciosa.

    ResponderEliminar
  6. Hola Preciosa, estas estupenda!!! Lo importante es la belleza interior, y tu de eso esta sobrada.
    Besitos.

    ResponderEliminar
  7. ESTOY COMPLETAMENTE DE ACUERDO CON TUS HIJOS, ELLOS TE CONOCEN MUY BIEN.
    UN BESO.

    ResponderEliminar
  8. ¡Hola Patty!!!

    Estás estupenda, mi niña: nada de complejos, ¡Está muy bien que te cuides comiendo sano! Es lo mejor para tener salud, y te ayuda poco a poco a adelgazar. Si embargo no le debes dar tanta importancia a lo de estar regordeta. Te he visto en la foto con tu mamá y estás preciosa, pues estar muy delgada tampoco es bueno ni favorecedor. Es primordial estar a gusto con sigo misma. Y me encanta la foto y tus palas muy acertadas.
    Gracias por compartirla con nosotros. Ha sido un placer.

    Te dejo mi cálido abrazo y mi estima siempre.
    Feliz fin de semana.

    ResponderEliminar

Agradezco de todo corazón tu visita y sobre todo tus comentarios, besos :*