Eres agua de mi sed incalculable,
en la brecha de los días casi moribundos,
dada la oscuridad que trenza cada día,
por las hojas muertas que diviso sin descanso.
Ahora siento que mi agua llega fresca,
al compas de tus pasos en calma,
con el rio que derramas en mis ojos,
al mirar tu pupila que agranda ya mi fe.
Ese día cualesquiera que hundí en ti mi alma,
aceptaste mis palabras que eran semillas redimidas,
la dicha se hizo un mar de ventanas para mi,
al entrar a tu corazón, un lago de enormes dimensiones.
Siento la lejanía de un suspiro que brota cada día,
no llega con la fuerza que necesito para vivir,
es mi rio que comienza a bramar en cada piedra,
porque necesito la canción que hará viajar hasta tu
nombre.
Te encontré como luz prendida arriba en el mundo,
que alumbra a la humanidad ferviente de cariño,
llegaste a mi, como canción que camina en mis aguas,
la alegría se coció en mis venas ya henchidas,
Porque tu nombre alce hasta hoy y para siempre.
Eres religión que desata mis tormentos,
eres fe que encinta tu corazón al mío,
eres pradera que hace el verdor en cada hora,
en fin eres mi Gloria que espero alcanzar eternamente.
Magno
Como quieres ser mi amiga
ResponderEliminarsi por ti me perdería ...
cuando uno tiene sed pero el agua no esta cerca ...
^.^
♥ ♥ ♥
Ya se sabe que después de la tormenta llega la calma.
ResponderEliminarMe alegra saber que a ti te llegó la calma, pero con aire puro y renovado. Te lo mereces.
¡Un saludo!
Muy bello y es que en realidad somos puro sentimiento y como el agua a veces estamos calmados y en otras alterados.
ResponderEliminarBesos
La alegría se coció en mis venas ya henchidas..
ResponderEliminarHermoso poema nos tres Patty.
Besos.
Y lo hacemos... Nos sumergimos ...en letras ...Como estas...
ResponderEliminarGracias por ello.
Un abrazo de luz