“(…) después baja por mi costado, se amolda a la curva de mi
cintura, se ahueca sobre mi cadera, se desliza hasta mi pierna desnuda y me
hace estremecer. (…) todo mi cuerpo quiere lo mismo: escapar de mí y
convertirse en parte de él. (…)Entonces me recorre lentamente la columna con la
punta de los dedos. La camiseta se me sube, pero no la bajo, ni siquiera cuando
noto el aire fresco en el estómago.”
gracias@break-the-rules-youth-is-finite
UN
ResponderEliminarPLACER
Leerte
Preciosooo.
ResponderEliminarBesitos
De los que erizan la piel.
ResponderEliminarUn beso.