Una historia china habla de un anciano
labrador que tenía un viejo caballo para
cultivar sus campos. Un día el caballo
escapó hacia las montañas.
Cuando los vecinos del anciano se
acercaron para condolecerse con él y
lamentar su desgracia el labrador
expresó:
¿Buena suerte?, ¿Mala suerte?, ¿Quién
sabe?...
Una semana después el caballo volvió de
las montañas trayendo una manada de caballos salvajes.
Entonces los vecinos felicitaron al
labrador por su buena suerte.
Este les respondió: ¿Buena suerte?,
¿Mala suerte?, ¿Quién sabe?...
Cuando el hijo del labrador intentó
domar uno de aquellos caballos salvajes, cayó y se rompió una pierna. Todo el
mundo consideró ésto como una desgracia.
No así el labrador, quien se limitó a
decir:
¿Buena suerte?, ¿Mala suerte?, ¿Quién
sabe?...
Una semana mas tarde, el ejército entró
en el pueblo y fueron reclutados todos los jóvenes que se encontraban en buenas
condiciones. Cuando vieron al hijo del Labrador con la pierna rota, lo dejaron
tranquilo. ¿Había sido Buena suerte?, ¿Mala suerte?, ¿Quién sabe?...
El sabio labrador solo expresó: Todo lo
que a primera vista parece un contratiempo puede ser realmente benigno.
Así, pues será postura sabia que dejemos
a Dios decidir lo que es buena o mala suerte, y le agradezcamos que todas las
cosas se conviertan en bien.
Hola Preciosa, como estas? Lo que creo que quiere trasmitirnos este cuento, es que debemos tomar con filosofía las diferentes situaciones que se nos pueda plantear en nuestra vida y que de algo negativo podemos obtener algo positivo, o viceversa. Y que toda oportunidad es para demostrarnos lo que somos, para probarnos, para crecer, como seres humanos, para avanzar, y para sacar lo mejor de nosotros mismos.
ResponderEliminarBesitos.
Nunca se sabe lo que trae buena o suerte suerte, este anciano pensaba muy razonablemente y con criterio, esto nos ayuda a ver las cosas diferentes.
ResponderEliminarUn abrazo.
Nunca juzgues a la primera, observa, analiza y da tiempo a que cada cosa se manifieste.
ResponderEliminarUn beso.
Yo siempre digo que no hay mal que por bien no venga; una amiga dice que hay que dar la vuelta a la tortilla... Ver el lado positivo de todo. Un besito grande
ResponderEliminarLo había leído,pero fue bueno recordarlo,cariños.
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