15/6/15

Si lo necesitas, es tuyo

Hoy tengo mucha necesidad en mi corazón de poder compartir esto que encontré en la red, en mi familia no la estamos pasando bien, de la noche a la mañana tengo a dos personas a las que amo, con cáncer al colon, se las detectaron casi al mismo tiempo a los dos...... uno de ellos lo acaban de operar y entró a quimio y el otro espera una respuesta para saber el grado en el que se encuentra el tumor. Es una situación bastante complicada cuando se trata de una familia super unida como la mía.

Todo lo que dicen aquí es totalmente cierto, lo hemos pasado en carne propia, lo comparto con ustedes por si alguna persona que lo lea es lo que necesita para calmar su dolor:


Son muchas las familias que, por diferentes circunstancias de la vida, les toca atravesar momentos difíciles como el de tener un familiar hospitalizado. Pese a todo el dolor, sacrificio, tiempo y desvelo que esto conlleva, existen también muchas cosas positivas que podemos sacar, al pasar por situaciones así.

Toda experiencia, las buenas y las no tan buenas, nos dejan grandes lecciones y enseñanzas de vida. Lo importante es saber reconocerlas y aprender de ellas. Te compartiré cinco valiosas lecciones que aprendí durante el periodo de 45 días que se mantuvo mi hermano internado en un hospital.

1. Dejar a un lado las comodidades

Quizás eres de las personas que les cuesta salir de su zona de confort. Pero al pasar por momentos como estos, posiblemente te tocará dejar a un lado las comodidades. En lo personal, viví casi los 45 días en la sala de espera del área de emergencia del hospital, donde no tenía privacidad absoluta, donde tuve que compartir el mismo baño público y comer delante de todos los presentes. Ese mismo lugar de día era sala de espera y de noche mi habitación.

2. Hacer buenas relaciones

Si socializarte es un problema para ti, debes comenzar por abrirte paso a cultivar buenas relaciones con todos los que te rodean. En mi caso, me tocó hacerme amiga de los vigilantes, enfermeras, doctores e intendentes. Esto me facilitó el poder por conseguir un poco más de información, atención hacia mi hermano, incluso el beneficio de poderlo ver aun cuando no era el horario de visitas.

3. Brindar ayuda y consuelo

Siempre habrá alguien a tu alrededor con alguna necesidad, tanto económica, como emocional. Durante ese tiempo conviví alrededor de muchas otras familias vecinas, con pacientes internados allí. Durante ese tiempo nos ayudábamos unas a otras con alguna medicina, dinero y alimento. Compartir el dolor ajeno, también fue parte del día a día. Siempre había una familia que despedir, porque a su familiar le había tocado partir.

4. Morir a ti

No sé si tal vez has escuchado o leído antes esta frase. Significa dejar a un lado tus placeres, satisfacciones, anhelos, para que otros sean felices en tu lugar. Yo morí a muchas cosas que eran importantes para mí. Una de ellas era descansar en las tardes luego de haber trabajado una guardia desde la madrugada. Eso dejó de ser una prioridad para mí: lo único que quería era estar junto a mi hermano en todo instante posible para poder cuidarlo, por la condición en que se encontraba. Mi mayor satisfacción se convirtió en poder atenderlo, darle de comer, entre otras cosas. Esos eran los momentos más valiosos, porque eran los únicos que podía aprovechar para estar cerca de él.

5. Valorar

Contar con la ayuda y esfuerzo que te bridan otras personas, sin duda es algo digno de valorar. Particularmente aprendí a valorar el tiempo que podía pasar con mi hermano, ya que no sabía si eran las últimas horas que podía tener para estar con él. Valorar a las personas que fueron de gran apoyo (amigos, compañeros), valorar a la familia y las bondades que Dios nos regala cada día.

Son muchas las enseñanzas que podemos recibir y no cabe duda que atravesar por acontecimientos así forman parte de un proceso en nuestras vidas, donde no solo sufre el afectado, sino también los que estamos del otro lado, aunque de distintas formas. Si este es tu caso, no esperes a que sea demasiado tarde para dar lo mejor de ti. Sácale provecho a cada situación y por sobre todo nunca pierdas la fe, la esperanza y el amor.


gracias@familias.com

6 comentarios:

  1. ¡Enorme y magistral! ¡Gracias! Ahora sé que sabes mucho de la vida
    Besos
    André

    ResponderEliminar
  2. Gracias Patty,gracias porque tus palabras no solo nos ayuda sino que nos enseña que de todo se aprende.Aunque yo ya llevo unas cuantas lecciones aprendidas.Muchos besos y mucho ánimo!!

    ResponderEliminar
  3. Uno siempre va recibiendo lecciones en la vida pero para segun que tipo de cosas no se está preparado hasta que te tocan. Vaya que es una delicada situación y te deseo que se puedan recuperar pronto.
    Besotesssssssssssssss

    ResponderEliminar
  4. Pues no hay más remedio que aprender, aunque no queramos hacerlo. Esas situaciones límite nos enseña muchas cosas, pero yo digo que porque hemos de pasarlas, solo como aprendizaje, pues no sé yo, la vida es dura casi siempre, y yo… ya estoy cansada de aprender.
    Una entrada muy interesante amiga, pero en estos momentos no cuentes conmigo para cosas nuevas, jajaja. Un beso.

    ResponderEliminar
  5. Pues no hay más remedio que aprender, aunque no queramos hacerlo. Esas situaciones límite nos enseña muchas cosas, pero yo digo que porque hemos de pasarlas, solo como aprendizaje, pues no sé yo, la vida es dura casi siempre, y yo… ya estoy cansada de aprender.
    Una entrada muy interesante amiga, pero en estos momentos no cuentes conmigo para cosas nuevas, jajaja. Un beso.

    ResponderEliminar
  6. Mis mejores deseos para tus familiares. Y mucho ánimo y fuerza a todos.
    Rezaré por ellos, para que todo salga bien.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar

Agradezco de todo corazón tu visita y sobre todo tus comentarios, besos :*